Bonita e interesante experiencia la vivida este febrero en la zona de El Prat de Llobregat, ya muy conocida por sus espectaculares vistas sobre el aeropuerto y el despegue o aterrizaje de aviones. Impresionante. Y perfectamente acondicionado. Gran trabajo el realizado en toda esta parte del delta del Llobregat no solo para la práctica de lo que se conoce como ‘spot photo’ (foto de aviones) sino también para dar una vuelta, caminar, ir en bici, correr, hacer ejercicio, montar un pequeño pícnic… Muchos miradores desde donde vivir la experiencia y también varias pistas por las que hacer kilómetros. Familias con niños pequeños, parejas, grupos de amigos… disfrutando en este caso de la aproximación de las aeronaves antes de tomar suelo. Enormes pájaros de acero, ultrasofisticados, que vistos desde esta perspectiva y forma parecen menos llamativos, más cercanos, más terrenales, menos celestiales o divinos, que cuando uno se sube o los ve en el aeropuerto. Curiosa sensación. En cualquier caso, fantástica y muy recomedable experiencia, a tiro de piedra de Barcelona y con muchas posibilidades al alcance. Entre ellas, aparcamientos a escasos centenares de metros de los mejores lugares desde donde divisar las aproximaciones de estos gigantes alados, de sus panzas, morros afilados, poderosos y extrañamente silenciosos motores…