Por qué vale la pena todavía visitar El Cairo

Hace un tiempo, poco después de las revueltas árabes de 2011, El Cairo estaba considerado según un estudio del Foro de Davos publicado por The New York Times como “uno de los peores destinos turísticos del mundo”. Una de las razones que esgrimía era el caos del tráfico y los lógicos accidentes derivados de éste. Pese a tratarse de un mal dato, no puede considerarse como suficiente para englobarla dentro de un listado tan negativo. De hecho, según la opinión de muchos expatriados españoles con una experiencia de más de dos años en la ciudad, El Cairo es una ciudad bastante segura, incluso más que algunas urbes occidentales, con mucho por visitar y por conocer. Según mi experiencia -viví allí seis meses en 2013- es un lugar francamente interesante para viajar con mucho que ofrecer, con -por supuesto- las Pirámides y el Cairo islámico como dos de sus grandes reclamos y unos precios -si se mira algo el dinero- bastante económicos -también cuenta con lugares de lujo para los bolsillos más pudientes-. Por aquel entonces era también un lugar interesante tras el derrocamiento de una dictadura -que volvió a imponerse aunque bajo el gobierno de otro militar- y los aires de libertad y de democracias que se vivían durante aquellos meses.