Fotografía, viajes y periodismo. Reportajes sobre destinos de Catalunya, España y el resto del mundo; también, proyectos fotoperiodísticos. Blog, libros, rincones de Barcelona… Por Ignasi Robleda.
Cervera, su universidad, muralla medieval y el “callejón de las brujas”
Capital de la comarca de la Segarra, de unos 10.000 habitantes (9.440), Cervera destaca, y así lo señalan desde el propio Ayuntamiento en su web, por su espectacular universidad. El edificio, que data de comienzos del siglo XVIII y que tiene origen monárquico, muestra una fachada de estilo barroco muy trabajada. La portalada, impresionante, consta de dos columnas, a lado y lado, con la figura de la Inmaculada Concepción, patrona de los estudiantes, sobre la misma. Dsifrutamos, durante nuestra visita, de esa maravilla ya anocheciendo y empezando a iluminarse. La estampa, sin duda, es llamativa y reclamo lógico y natural de esta ciudad de tamaño medio, tirando a pequeña, de poderosa y potente muralla exterior.
La muralla es precisamente otro de los grandes elementos a visitar o ante los que admirarse. Es medieval, data de finales del siglo XIV y XV y en su origen conformaba un perímetro exterior defensivo, que protegía la ciudad, de cerca de 3.000 metros. Contaba, a su vez, con un profundo foso de 8 metros. Al acercarse a a la ciudad, desde la carretera, conforma un conjunto imponente. Dentro, pasando a través de alguna de sus puertas, es interesante recorrer la Calle Mayor hasta llegar a la Plaza del mismo nombre. Allí se encuentra, entre el edificio de la Paería (Ayuntamiento de la ciudad) y la Iglesia de Santa María, el campanario. Este mide 50 metros de alto, es de estilo gótico, data aproximadamente de la misma época que la muralla y la misma iglesia, y es de estilo gótico. Según leemos, todavía hoy se hacen repicar las campanas manualmente, al estilo tradicional y centenario.
La Iglesia es también interesante. Se construyó sobre otra del siglo XIII y está catalogada, como también el edificio de la Universidad, como “Bien Cultural de Interés Nacional”. Desde la Plaza Mayor, bajando, próxima a la muralla hay que echarle un vistazo a la antigua calle de Sant Bernat, popularmente conocida como el “callejón de las brujas“. Según cuenta la leyenda, éstas “se reunían en este punto de la ciudad en días de luna llena para compartir hechizos”. El callejón surgió como remodelación de toda esta parte de la ciudad, donde también se localizaba el barrio judío. Entre los años setenta del pasado siglo pero también en la última década se han colocado elementos, figuras, de gatos negros, la cara de una bruja, un búho… recordando el misterio tenebroso que envuelve toda esta zona.
Acabamos nuestro recorrido con un pequeño apunte sobre la tienda que tiene en la ciudad uno de sus grandes embajadores en los últimos años. Se trata del campeón mundial de motociclismo y gran fenómeno de este deporte, Marc Márquez (también su hermano, que compite en la misma categoría) que han contribuido a expandir la proyección de Cervera. La tienda tiene su gracia, hay buena parte dedicada a la trayectoria del piloto y otra de venta de productos y merchandising. Contrapunto a una visita francamente interesante y que vale la pena hacer, sin olvidar echarse de echar un vistazo a las grandes panorámicas que ofrece de la comarca de la Segarra.