Montserrat, una abadía con un significado muy especial y una historia milenaria llena de leyenda

Es patrona de Catalunya desde hace prácticamente 150 años pero su historia se remonta a mucho tiempo atrás, al siglo IX y a una leyenda muy singular y que le da un significado especial que ya empezó a atraer a peregrinos desde el siglo XIII -fenómeno que no ha parado desde entonces-. Esta historia habla de dos pastorcillos que un sábado del año 880, al atardecer, vieron cómo una luz caía desde el cielo hacia la montaña de Montserrat, acompañada de una agradable melodía. Al sábado siguiente volvieron con sus padres y el episodio se repitió; más tarde y el mismo día de la semana pero esta vez acompañados del rector de Olesa vieron como el suceso acontecía durante cuatro semanas seguidas más. A la quinta (sexta o séptima según cojamos a los niños o padres como referencia) ya acudieron acompañados del obispo, por entonces en Manresa, que descubrió la talla de la virgen en una cueva de la montaña. Al tratar de moverla, ésta se hizo tan pesada que se entendió como una señal de la Virgen para permanecer en aquel emplazamiento y se decidió alzar en aquel punto una capilla.

Ya en el año 1025 el abad Oliba funda el monasterio de Monsterrat y entre los siglos XII y XIII se construye una nueva iglesia de estilo románico. La actual talla de la Virgen, “la Moreneta”, data de aquella época. Y es más o menos también de por aquel entonces desde cuando se empiezan a conocer los milagros asociados a Montserrat, que atraerán a peregrinos a lo largo del tiempo. También se sitúa en ese mismo momento histórico (1225) la primera fecha desde la cual se tiene constancia de la existencia de una escolanía de niños cantores, siendo una de las más antiguas de toda Europa. Ignacio de Loyola la visita en peregrinación en 1522 y a finales de aquel siglo (1592) se consagra la actual iglesia.

Varias centúrias más tarde, a comienzos del s.XIX (1811-1812) Napoleón y las tropas francesas destruyen el complejo, que además poco después se verá también sacudido por las leyes de desamortización y la consecuente pérdida de propiedades y empobrecimiento fulgurante. Montserrat queda reducida a un solo monje (1835), que verá, no obstante, cómo una década más tarde (1844) los monjes vuelven a la montaña. En 1880 y atendiendo a la leyenda, se celebra el primer milenario (desde este 2024 y hasta abril de 2025 se celebra también otro milenario, pero en este caso de la fundación del monasterio por parte del abad Oliba). En 1881 es declarada patrona de Catalunya.

El siglo XX también deparará momentos decisivos para Montserrat. Primero por superar, sin verse afectada por saqueos ni destrucción, la Guerra Civil gracias a la acción del gobierno autónomo de Catalunya aunque sufriendo el asesinato de 23 monjes. Y ya en los años setenta, por vivir la reclusión de 300 intelectuales que reivindican a la dictadura de Franco el respeto a los derechos humanos. En 1982 peregrina el Papa Juan Pablo II y cinco años más tarde (1987) la Generalitat declara la montaña como Parque Natural. En la actualidad siguen viviendo en este recinto una sesentena de monjes benedictinos y continúa manteniendo cierto peso y respeto en la vida espiritual e intelectual catalana.

Por cierto, la talla de la Virgen, románica y con el niño Jesús conocida como “la Moreneta” por su color negro, debe su color al efecto del paso del tiempo y muy posiblemente a la cercanía durante buena parte de su historia de multitud de velas. Hoy guarda un lugar preferente en la basílica y se conserva protegida por un cristal transparente. La mano derecha, que es la que sostiene el orbe que representa al cosmos y la creación, es la única que sobresale y que puede tocarse: algo que la inmensa mayoría de visitantes hace tras la reserva previa correspondiente y la cola precedente. Montserrat: agradable e interesante experiencia, recomendable sin ninguna duda.

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